Milagros estaba debajo de unos árboles , tapado con un nylon; el efectivo que la vio observó una pierna y una zapatilla, a su lado la cartera o mochila de tamaño chico que habían sido descritas por su madre, indicios casi suficientes para determinar que se trataba efectivamente de la menor. Teniendo en cuenta que no había otra persona que estuviera siendo buscada y las características, no había lugar a dudas.
Pasaron algo más de 48 horas desde el 25 a las 11:00 de la mañana en que la madre reporta la ausencia de su hija hasta que la Policía dio con el cuerpo y el principal sospechoso del homicidio.
Esta tarde la Policía encontró en la vivienda que el asesino ocupaba Pío Rossi entre Caccavari e Isturiz, junto a su pareja e hijo de ambos, menor de edad, el teléfono celular que pertenecía a la madre de la víctima y no se había recuperado hasta el momento.
Milagros Robledo al momento de retirarse de su casa en la tarde del miércoles 13 de noviembre había llevado su teléfono y el de la madre, cuyo fin no fue determinado aún.
El celular de la menor había sido recuperado por los investigadores en las últimas horas de manos de otra persona a la que Almirón se lo habría entregado o vendido.
Lo acontecido suma un motivo más para que el fiscal solicite su detención como (hasta el momento) único autor del femicidio.