A grandes rasgos, la realidad de la guerra fue un último intento
del régimen militar para revitalizarse ante el desastre económico y social, en
otras palabras fue un manotazo de ahogado ante la ambición desmedida de cierto
sector de poder para tapar la realidad.
Desde el 2 de Abril hasta el 14 de Junio de 1982 duró esta
innecesaria guerra, cuyo saldo de 649 jóvenes vidas (algunos casi niños),
sumado a quienes volvieron heridos y malheridos, es el reflejo de las
tristísimas consecuencias que todo absurdo conflicto bélico deja.
Los jóvenes, muchos obligatoriamente alistados, algunos pocos
voluntarios, todos se encontraron en precarias condiciones, sin alimentos,
abrigo, armamento precario, sin comunicación… ésa era la durísima moneda
corriente en esos tristes días. Pero igualmente combatieron, a pesar de las
condiciones desiguales: lo hicieron con la convicción de estar luchando por su
patria.
El conflicto duró casi tres meses y finalizó con la rendición de
las tropas argentinas, lo que significó la caída de la dictadura militar y el
llamado a elecciones luego de siete años de oscuridad.
Algunos de estos héroes ya no están entre nosotros, otros están y continúan luchando por ser escuchados y valorados después de tanto olvido.