El procedimiento es sencillo. Un profesional capacitado debe tomarle al paciente una muestra respiratoria. Puede hacerse a partir de un hisopado nasofaríngeo, bucofaríngeo, esputo y saliva. Esa muestra debe colocarse en un tubo de reacción con una solución en la que se mezclan reactivos con colorantes.
El color original es violeta. Esta solución se pone a calentar durante una hora a 64 grados. Luego de ese tiempo, hay que volver a analizar la muestra. Si sigue violeta o lila, la reacción es negativa. Es decir que no se detectó el virus. En cambio, si pasa a ser azul o celeste se está en presencia del SARS-Cov-2. La persona está infectada.
Hasta el momento, el test requiere que previamente se aísle o purifique el material genético a evaluar (ARN viral). Este procedimiento, aunque es relativamente fácil y no toma demasiado tiempo, necesita de un laboratorio con cabinas de bioseguridad.
Fuente: Datatrenque