El funcionario nacional expresó su descontento porque «varios sectores de la política argentina lo consideran un estandarte de empresa pública».

En ese sentido, sostuvo que, a pesar de excluir al Banco Nación de la lista de privatizaciones, el Poder Ejecutivo «no deja de lado ese debate» y está decidido a retomarlo más adelante.

Además, señaló que no comprende la oposición al ingreso de privados en la estructura del principal banco público del país, ya que «el Estado mantendría la mayoría accionaria, porque obviamente es la nave insignia del crédito argentino».

«Estamos atrapados en un concepto absolutamente viejo que impide el trabajo conjunto del capital privado y público», enfatizó Francos.

En declaraciones radiales, mencionó que buscarán seguir un modelo similar al aplicado por Luiz Inácio «Lula» Da Silva con el Banco do Brasil, que cotiza en la Bolsa de Nueva York.

«El Banco de Brasil cotiza afuera del país y tiene un capital impresionante. ¿Si un banco público en Brasil bajo la presidencia de Lula se convirtió en una empresa que cotiza en Bolsa y que incluyó capital privado, por qué no hacerlo nosotros acá? Lo hemos estudiado muy bien con las autoridades del BNA y esperamos poder debatirlo en el futuro y convencer al resto de los sectores políticos porque es importante», agregó el ministro del Interior.

El diputado nacional de Unión por la Patria de Tucumán, Carlos Cisneros, defendió al Banco Nación y afirmó que «tiene 700.000 millones de ganancias y sucursales a lo largo y ancho del país».

«La Ley Bases no la vamos a apoyar, no estamos de acuerdo con las privatizaciones, ni con que los trabajadores vuelvan a pagar el Impuesto a las Ganancias», destacó Cisneros en declaraciones a la prensa.

Respecto a la decisión de excluir al Banco Nación de los organismos estatales a privatizar, expresó: «Los trabajadores bancarios marchamos para presentar el proyecto que busca evitar la privatización del Banco de la Nación Argentina que tiene un millón de firmas, conseguidas a lo largo y ancho del país».

«Un banco como el Nación, que tiene 700.000 millones de ganancias, tienen sucursales a lo largo y ancho del país», subrayó el legislador nacional.

Cisneros explicó que «el oficialismo para lograr la aprobación de la legislación debe lograr el consenso» y agregó que «la soberbia es mala consejera. El presidente se equivocó cuando le dio la espalda al Congreso el día que asumió y quienes conducen su bloque o algunas de las comisiones, lo hacen con soberbia y torpeza dificultando las votaciones».