La jueza Florencia Maza dispuso la prisión preventiva hasta que finalice la investigación y eventualmente se llegue a juicio.
La acusación fue formulada por la fiscalía que interviene en el caso, Leticia Pordomingo.
Los tres detenidos son Marcelo Leguizamón, de 40 años y tío de la víctima, y los hermanos Francisco José Munar, de 30 años de edad, y Juan Bartolomé Munar, de 26 años de edad.
El único que declaró fue Francisco Munar y acusó a los otros dos.
Hubo dos testigos clave para dilucidar el asesinato: Rosa, la madre de Esteban, y un hombre. La madre dijo que el chico se retiró de su casa a las 22.30 horas del miércoles para reunirse con su tío Leguizamón. Lo mismo sostuvo el otro testigo.
Leguizamón admitió ante la Policía que se había reunido con su sobrino. Además dijo que habían estado con los hermanos Munar en un auto Gol.
Según ha trascendido, los tres estaban en la noche del miércoles o madrugada del jueves en un automóvil Gol y pasaron por la casa de Peralta. De allí fueron a un camino vecinal, donde comenzaron a realizar disparos con un arma de fuego contra una lata. “Hicieron tiro al blanco. Se sospecha que allí, por causas que aún no están establecidas, el chico fue atacado”, dijeron las fuentes de la investigación. Posteriormente trasladaron el cuerpo a una calle contigua al cementerio, donde lo arrojaron. Fue hallado por un empleado municipal pasadas las 10.30 horas del jueves.
Según trascendió, fueron entre “siete u ocho” balazos -uno de ellos en la cabeza, mortal- y al menos una decena de puñaladas en el pecho.
La fiscalía requirió una serie de medidas de pruebas: aperturas de teléfonos de la víctima y acusados y ADN de contacto sobre cuchillos, una daga y un revólver. También requirió muestras de ADN sobre manchas de sangre encontradas en una gorra y camperas.